Egmont, de Goethe con la música de Beethoven

MVZ MPA Ana María Román de Carlos
Biblioteca “MV José de la Luz Gómez”
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Universidad Nacional Autónoma de México
México, D. F. C. P. 04510




La OSX en el foso del teatro.

Gina y Francisco García nos invitaron el domingo 22 de noviembre al Teatro de la Ciudad, antes Esperanza Iris; su hijo Mauricio había sido invitado a dirigir una obra que duraba ¡4 largas horas! Afortunadamente no teníamos ningún compromiso y decidimos asistir, con algunas dudas, no sabíamos de qué se trataba y pensábamos que iba a ser muy pesado estar cuatro horas ahí.
En el camino Gina nos contó cómo su hijo se había interesado por el arte y de qué manera decidieron apoyarlo.
Al llegar al teatro nos sorprendió gratamente ver que ya había una fila más o menos larga afuera, pues justo comentábamos que ese tipo de espectáculos no se promueven como debiera en los medios de comunicación.

Hasta que tuve el programa en mis manos me pude comenzar a dar cuenta de que se trataba de una gran puesta en escena: La Compañía Nacional de Teatro, la Orquesta Sinfónica de Xalapa, con Fernando Lozano a la batuta. Era una versión de Juan Villoro del Egmont de Goethe, bajo la dirección de Mauricio García Lozano, con un elenco de actores de verdad sorprendente: Julieta Egurrola, Marco Antonio García (sustituyendo a Ricardo Blume), Erika de la Llave, Rodrigo Vázquez, Teresa Rábago, Roberto Soto, luis Rábago, entre otros.
Resultó interesante observar la presencia de varias personalidades: actores, dramaturgos, escritores, funcionarios y ex funcionarios del contexto cultural de la Gran Ciudad para observar la puesta en escena de la obra de Goethe con música incidental de Beethoven. Un suceso que me pareció curioso fue que Ricardo Blume representaba al consejero Orange, pero estaría otro en su lugar, sin embargo él estaba como espectador.
Una traducción y adaptación muy atinada y respetuosa de la esencia del Egmont de Goethe, reforzada por la música de Beethoven, maravillosamente ejecutada por la OSX. Aunque no son abundantes las intervenciones de la orquesta en pleno, y en muchos fragmentos funciona sólo como apoyo para el desempeño de los protagonistas; resultó un elemento básico e imprescindible, nos introdujo verdaderamente en el ánimo de la obra.
Fueron cuatro horas de desear seguir admirando, contagiados de la situación que se vivía en el escenario y embelesados con la escenografía, las excelentes actuaciones, las breves, pero muy atinadas intervenciones de una maravillosa soprano: Elise Caluwaerts; en fin, valió mucho la pena.
¡Gracias Gina y Francisco!
Compartiré con ustedes queridos lectores, algunas notas sobre las obras que presenciamos.
Lamoral, Conde de Egmont (18 de noviembre de 1522 – 5 de junio de 1568) general y hombre de estado de Flandes y caballero de la Orden del Toisón de Oro.
El conde de Egmont era descendiente de una de las familias más ricas de los Países Bajos y primo del rey Felipe II por parte de su madre. Durante su juventud, recibió educación militar en España. En 1542 heredó los estados de su hermano Carlos en la provincia de Holanda.
Junto con Guillermo de Orange y el conde de Horn protestó por la implantación de la inquisición en los Países Bajos por el cardenal Granvela, obispo de Arras. Egmont se dirigió en 1565 a la corte de Felipe II en Madrid para abogar por un cambio en la política religiosa del rey en los Países Bajos, donde se le entretuvo durante meses y se le hizo creer que sus gestiones estaban dando resultado. Con la decisión del rey de no permitir la libertad religiosa de sus súbditos flamencos, Egmont se fue distanciando del monarca.
Tras el estallido de los excesos iconoclastas de 1566 en Amberes, que Egmont deploró como católico, el rey envió al duque de Alba a Bruselas al frente de un ejército para perseguir a los culpables. Tras su llegada, el duque cita a Egmont y al conde de Horn el 8 de septiembre de 1567 para informarles de las instrucciones del rey, los arresta y condena a muerte por traición a pesar de que siempre manifestaron su lealtad al rey. Fue decapitado en la Plaza Mayor de Bruselas el 5 de junio de 1568.


Egmont de Goethe y Beethoven
Goethe dejó Weimar y se lanzó a hacer un viaje por Italia. Como parte de su equipaje, el poeta y dramaturgo alemán llevó consigo los manuscritos de cuatro de sus obras más importantes, que por entonces se hallaban en diversos estados de acabado y revisión: Egmont, Fausto, Tasso e Ifigenia. Según los estudiosos de sus obras, el contacto que Goethe tuvo durante su jornada italiana con el arte y el pensamiento de la antigüedad clásica le permitieron llegar a asumir un nuevo planteamiento formal para sus obras, planteamiento en el que destaca, entre otras cosas, una aparente contradicción que en realidad es una síntesis: el poder expresar en las mesuradas cadencias del verso temas universales e intemporales, vibrantes y llenos de pasión.
Goethe comienza a escribir Egmont en 1774 y concluye en 1788. Fue estrenada a su regreso de Italia, en Weimar, con el rechazo del público. Schiller la crítico severamente.
En 1796 la obra triunfa después de que el propio Schiller hace una adaptación del a obra, reduciendo el texto.
En 1810 Goethe busca mejorar la puesta en escena con la música de Beethoven. Por encargo de Joseph Hartl, director del Hoftheater de Viena, Beethoven escribió la música incidental al drama de Goethe entre octubre de 1809 y mayo de 1810. La partitura original para el drama de Goethe está formada por la obertura y otros nueve números musicales. Cuatro de ellos son interludios orquestales para tocarse entre un acto y otro del drama. Hay también un Larghetto instrumental y tres piezas vocales: dos Lieder y un melodrama. Finalmente, la pieza que cierra la obra, designada como Sinfonía de la Victoria.
Es poco usual que se toque entera la música incidental de Beethoven para el Egmont teatral de Goethe, pero su obertura es una de las grandes favoritas en las salas de conciertos. Claramente descriptiva, la obertura nos ofrece la música lenta y oscura de la tiranía, los sonidos heroicos de la revolución y los brillantes acordes de la victoria moral.
Egmont, Obertura en Fa menor, op. 84 de Beethoven (1770–1827
Goethe y Beethoven llevaron el estilo clásico a su máxima expresión dentro del panorama artístico alemán de finales del XVIII. Sólo tuvieron un encuentro personal y una única “colaboración”: la Música incidental sobre la tragedia de Egmont.
Egmont es la emocionante dramatización de un asunto eminentemente romántico: el esfuerzo heroico del individuo contra la injusticia. Su argumento (1810), basado en la tragedia de Goethe, es una pieza de música programática en el sentido más ideal de la expresión. Beethoven no representa la suerte de Egmont como algo individual, sino como la descripción de los sufrimientos del pueblo y su lucha contra los opresores. La Obertura contiene prácticamente la simple introducción de los temas de la obra completa, por lo que recapitula el argumento del drama.
Tras el unísono inicial, aparece  Sostenuto ma non troppo  el ritmo de zarabanda (danza de carácter hispano) que, a modo de lenta y dura introducción, representa al opresor. Le responde un tema animoso y apasionado (Allegro) a cargo de los vientos, que está asociado al espíritu del pueblo flamenco y al propio Egmont. Ambos motivos luchan a lo largo de la pieza hasta que la vida del condenado llega a su abrupto final. La muerte del héroe no es el final de la historia, pues la obertura concluye con un emocionante himno al triunfo de la libertad con que concluye el drama completo.
Leonard Bernstein escribe en su libro "El maestro invita a un concierto" lo siguiente sobre esta obra y su autor (Capítulo 5: ¿Qué es la música clásica? Concierto nº 5: 24 de enero de 1959): “…Beethoven fue dos cosas en una: el último clásico y el primer romántico. Podría decirse que fue un clasista que llegó demasiado lejos. Tenía tantos sentimientos y emociones que no podía acatar todas esas reglas y normas del siglo XVIII. Por eso rompe sus ataduras y comienza un nuevo tipo de música. (...) La Obertura "Egmont" de Beethoven, por ejemplo, será todo lo clásica que se quiera, pero a la vez está llena de sentimientos románticos, como misterio, nostalgia, ira, triunfo y alegría. Por supuesto, no es todavía el gran Romanticismo que se dará posteriormente en la música de Chopin, Schumann, Chaikovski, Wagner y el resto de compositores. Beethoven es el inicio de la música romántica. No hay que olvidar que aún pertenece al siglo XVIII, aunque vivió también un cuarto del siglo XIX, y por lo tanto sus reglas, incluso aunque las transgreda, todavía son reglas clásicas. Sólo intentaba perfeccionarlas, y en sus mejores obras se acercó tanto a la perfección como nadie lo había hecho nunca.”
Notas biográficas de Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832)
Escritor alemán. Una de las cumbres de la literatura alemana, fue discípulo de Herder, leyendo a los clásicos griegos y romanos. Con 24 años publica ya un drama, "Godofredo de Berlichingen", de temática histórica y reminiscencias del teatro de Shakespeare. En 1773 se publica su primera gran éxito, "Werther", obra clave del movimiento literario romántico. Apunta ya las claves que se repetirán en el romanticismo alemán, como el culto a la Naturaleza, el apasionamiento, la búsqueda de una vida ideal aunque indefinida, etc. En 1775 publica "Egmont", obra en la que, junto a una trama sentimental y amorosa, se ensalzan la libertad y la justicia. Además, su cargo como consejero y ministro del duque Carlos Augusto en Weimar le otorga ingresos suficientes como para dedicarse a viajar, conociendo Italia y España. La influencia griega se hace ahora más presente, con obras como "Ifigenia en Táuride", de 1779-86, "Tasso", de 1789, y las poesías "Elegías romanas", de 1790. Se suele calificar esta etapa como clásica, si bien se destaca también su correspondencia con el movimiento realista burgués. Con su amigo Schiller realiza colaboraciones a partir de 1794, que son publicadas en revistas y otros medios, y que se plasman en el poema épico "Hernan y Dorotea", de 1797. Reconocido por todos, recibe visitas de personalidades ilustres como Napoleón. En 1808 publica otra de sus obras mayores, "Fausto", de hondo calado filosófico
Egmont de Goethe
Argumento
Bruselas bajo la dominación española. Tras la abdicación de Carlos V en su hijo Fernando, Margarita de Parma, hermana del nuevo rey, es regente de los Países Bajos. Margarita pacientemente ha logrado pacificar el país. El conde de Egmont y Guillermo de Orange, nobles de los Países Bajos, aunque en ocasiones distantes, están satisfechos con la regente. Pero desde España, Fernando envía a Bruselas al Duque de Alba con un ejército para controlar más férreamente sus dominios y hacer ejecutar a Egmont y a Guillermo.
Guillermo escapa, pero Egmont cae en la trampa y es ejecutado. Paralelo a lo anterior, se desarrolla el amor de Egmont y Clarita y los celos de Brackenburg. Cuando Clarita conoce la muerte que espera a Egmont, se suicida.
Personajes:
Egmont
Guillermo de Orange
La gobernadora Margarita de Parma, regente.
Clarita, amante de Egmont.
Ricardo, secretario de Egmont.
El Duque de Alba
Maquiavelo
Fernando, hijo natural del Duque de Parma
Soest, Jetter, Burck, Ruysum, Vansen,
Brackenburg, enamorado de Clarita

Notas tomadas de:
Chantavoine, J. (1918) Beethoven. Valencia: Manuel Villar.7
Diario de Xalapa. 23 de noviembre de 2009. Jorge Vázquez Pacheco (enviado especial)
Goethe, Johan Wolfgang von (1929). Egmont. México: Espasa-Calpe.
Raynor, H. (1986) Una historia social de la música. México: Siglo XXI

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